Mi hermano tuvo una transformación en México, cuando estuvo 7 meses viviendo ahí, pero todavía no hemos contado nada.
Lo sé por dos razones:
- Lleva 9 meses sin fumar, nada.
- Ni morderse las uñas.
¿Hace unos años?
Un paquete de Marlboro diario. Cuando vivía en Londres, lo primero que hacía al despertarse (a las 2 de la tarde) era encender un cigarro ya casi terminado del cenicero. Tenía las uñas en sangre viva y cuando agarraba un vaso, sentía un dolor insoportable (incluso la uña del dedo gordo se le quedó deformada, mírasela cuando le veas).
Se sintió durante años ESTANCADO.
Como si tuviera un muro negro en frente tan alto que lo sentía imposible de «escalar».
ALTOS… bajos… ALTOS… bajos…
Seguido de…
Bajos, bajos, bajos.
Había una duda que le atacaba:
«¿Tendré algún defecto cerebral que no han detectado?»
Lo llego a creer con total certeza. Incluso a aceptarlo como potencial condición de vida.
Soñaba con viajar a algún tipo de campamento militar donde le hicieran «espabilar» y comerse sus miedos. O encontrar un experto que le hipnotizara y erradicar esa parte de el. O encontrar un entrenamiento psicológico avanzado para transformar sus creencias de la realidad.
No encontramos nada satisfactorio.
Tuvimos que crearlo nosotros, de cero.
«Vamos a escribir el libro que queremos leer», nos decíamos el uno al otro. Da igual lo que tardemos. Es nuestra misión más importante. La curiosidad insaciable unida al sufrimiento extremo, despierta en ti un profundo deseo por cambiar y superar tu mayor obstáculo: EL MIEDO.
Él ya estaba recuperado pero todavía tenía lagunas y miedos sutiles que le impedían avanzar como quería.
Entonces, se marcha a México. Dejando atrás personas tóxicas pero en contacto con su hermanita del alma, compañera de camino y socia en nuestro proyecto de Calmar, Clarificar y Confiar.
Me iba llamando cada semana.
Al principió estaba tranquilo pero rapidamente le vi DESATADO.
Gente nueva interesante, fiestas, eventos, cenas, risas, gimnasio, su propio apartamento, chicas… más chicas…
«¿Estás a fuego no heramanito?», le decía.
«Rochi, ¡me siento liberado! por fin empiezo a integrar la confianza y la paz… y sobretodo ¡disfrutar de la vida!».
Por fin sentía que tenía INSTALADOS esos recursos. Un cambio profundo y estable, a nivel de identidad.
Todo fue porque descubrió cómo estaba GENERALIZANDO sus adicciones, compulsiones, miedos y frustraciones.
Empezó a inspeccionar sus procesos internos durante el día. Cómo eran las palabras e imágenes que aparecían en su mente. Cómo procesaba y reaccionaba ante los pensamientos y sensaciones. Cuando de repente, se dio cuenta:
«Estoy viajando siempre por la misma «carretera neuronal»… cada vez que pienso o siento mi miedo, mi cerebro elige la ruta neuronal más «trabajada» y «practicada» ¡me he vuelto un maestro de crear miedo!»
Y aquí es donde llegó el súper eureka:
«Cada vez que aparezca el pensamiento o sensación de ansiedad… voy a elegir una NUEVO camino… y lo voy a practicar hasta que se haga AUTOMÁTICO».
Al final de unas semanas era otra persona.
Yo lo notaba muchísimo.
Su voz, su cara… las experiencias que me compartía.
¡Era mágico!
Estábamos tan felices.
Había des-generalizado sus antiguos límites y generalizado sus nuevas posibilidades.
Esa es la buena noticia. Me da igual lo mal que estés. Puedes cambiar unas rutas neuronales por otras, y ENORGORDAR tu confianza y relajación para hacerlas tuyas, automáticas, duraderas y estables.
Durante ese tiempo, fuimos tomando nota y escribiendo todo lo que aprendíamos. Y después de unos meses, Calma Generalizada había nacido por fin. El material más avanzado y efectivo que hemos creado nunca.
Durante unos días, puedes hacerlo tuyo por 50€ menos. Es mi forma de motivarte a probarlo, porque estoy convencida de que te ayudará a des-generalizar tus obstáculos.
Si tienes ansiedad generalizada, echa un vistazo aquí: https://hermanoslacasa.com/sistemas/
Para cualquier duda, puedes contestarme a este email.
Rocío