Muchos libros de autoayuda parecen implicar que tienes que cambiar.
Parecen implicar que hay una parte de ti que ha de ser corregida o modificada.
Parecen implicar que si no has conseguido X es porque no cambiaste a tiempo.
Esto dependerá, en parte, de la lectura que hagas.
Lo que yo vengo a decirte es que ya eres perfecto como eres.
Y que, quizás, el camino a tu destino no sea convertirte en esa otra persona, sino conectar, de verdad, con quien siempre fuiste.
No tienes que buscar nada fuera, nada distinto, nada muy lejano a donde ya estás.
Quizás sea hora de mirar hacia dentro.
Hora de sacar a la luz lo que siempre estuvo ahí.
Puede que rechazaras experiencias de miedo, tristeza, rabia…
Puede que rechazaras partes de ti, que generaban esas emociones…
Queriendo controlar esas partes que etiquetabas como “malas”, “vergonzosas”, “débiles” o “inadecuadas”.
Y cuanto más las querías controlar, a través de tensar y rechazar, más te controlaban.
La fuerza se encuentra donde menos lo parece.
Quizás esa parte “débil” es la más valiente de todas.
La que más coraje te va a aportar.
Quizás esa parte “triste” es la más alegre de todas.
La que más alegrías te va a traer.
Quizás esa parte “rabiosa” es la más serena y justa de todas.
La que más nos ayudará a decir NO con seguridad.
Así que, si “tenemos” que cambiar algo, quizás sea dejar de forzarnos a cambiar.
¿Incorporar nuevos aprendizajes? Sí.
¿Aprender nuevas habilidades? Sí.
¿Crear nuevos hábitos? Sí.
Desde el camino de vuelta a casa.
En nuestros sistemas te acompañamos a ese viaje de vuelta a la esencia, a destapar lo que uno tapaba porque sentía miedo, y que cuanto más tapaba, más le asustaba. Te acompañamos a sentirte como en casa, habitando tu templo con seguridad y paz.
Un abrazo
– Rocío