Aún así, me siento a escribir.
(Me medio tumbo, realmente).
Cuento con que no va a ser mi mejor email, pero va a ser un email, que ya es mucho más que un no-email.
Lo mismo sucede con la meditación, también con el gimnasio.
Hay días que no sacas lo mejor de ti.
Y no pasa nada.
Porque lo hiciste el día anterior y lo harás el día siguiente, y la balanza se compensa.
A veces me dicen cosas como «estaba nerviosa, no me puse el audio del Ritual de Renovación o Recuperación porque no iba a hacerlo bien» o «estaba tan cansado que no me iba a enterar de nada».
Venga.
No hay que esperar a estar en plenas facultades para beneficiarte de la práctica. Están precisamente diseñados para que hagan efecto incluso en un estado bajo de conciencia.
Cuando estás en modo ansioso, puedes rechazar la opción de parar y centrar en otra cosa que no sea la «amenaza».
Si vences esa resistencia inicial, se va desactivando el sistema del estrés y reactivando el de la calma.
¿Meditación para la ansiedad? Sí, pero no va a ser lo que más te apetezca de primeras.
Cultiva la constancia y llegarán los frutos.
En mis sistemas te lo he querido poner fácil, creando audiotécnicas que acompasan tu estado para que transites hacia el estado deseado.
Los tienes haciendo clic aquí
Un abrazo,
– Rocío Lacasa