🧘♀️ ¿Tienes 10 minutos? No hace falta más.
Lo que tardas en preparar un café o revisar Instagram es tiempo suficiente para transformar tu estado mental. Esta meditación corta está pensada para fortalecer el hábito de despertar tu presencia en la vida cotidiana, sin necesidad de técnicas complicadas.
Una meditación sencilla para volver al presente
Rocío te acompaña en una práctica suave en la que no tienes que hacer nada especial:
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Sentarte con la espalda erguida
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Observar la respiración
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No forzar la atención, sino permitir que las sensaciones y los pensamientos aparezcan por sí mismos
“No apuntes a la respiración. No intentes sumergirte. Solo sé el espacio en el que aparece.”
La meditación guía a dejar de “estar en la cabeza”, y a experimentar que todo lo que creemos que somos (pensamientos, sensaciones, emociones) simplemente aparece y desaparece en la conciencia.
Deja de esforzarte por meditar
La clave de esta meditación no es concentrarse más, sino soltar el esfuerzo:
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No anticipes la respiración
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No corrijas tu postura constantemente
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Solo observa
Incluso si surge incomodidad o movimiento físico, puedes observarlo con total apertura. Todo lo que aparece —pensamientos, juicios, distracciones— son contenidos de la conciencia, no obstáculos.
“La mente se abre como un cielo. Tú solo observas el clima que pasa por él.”
Observa desde el cuerpo
En el tramo final, se enfoca en las sensaciones de la cara y la cabeza, cuestionando la idea de que “estás dentro de tu cabeza”.
Todo —rostro, respiración, sonidos— ocurre en el mismo espacio consciente, sin necesidad de identificarte con ello.
Meditar es hacer menos
Al final, Rocío nos recuerda que meditar no es hacer más cosas.
Es, de hecho, hacer menos.
Es simplemente dejar de estar distraído.
Y eso, con práctica, puede convertirse en un antídoto frente al sufrimiento psicológico.
“Esto es un solvente universal para liberar tu atención. Puedes entrenarte para usarla de forma más útil, momento a momento.”