Existe un atajo secreto para influir en algo que hasta ahora era incontrolable:
Las funciones subconscientes de tu cuerpo (el sistema autónomo).
Ya sabes que cuando estás sintiendo pánico y ansiedad extrema, decirte mentalmente “calma” o “estoy a salvo”, alivia muy poco. Esas órdenes mentales no te ayudan a controlar tu cuerpo. Incluso intentar respirar, aunque puede ayudar, funciona a medias cuando tienes tanta ansiedad.
La buena noticia es que hay un truco que nos permite acelerar y potenciar la relajación cuerpo-mente.
Se trata de 6 zonas anatómicas clave. Estas zonas del cuerpo son especiales porque pueden controlar los procesos conscientes y subconscientes de tu cuerpo. Cuando estás sobre-activado, te habrá pasado que sientes una desconexión entre tus órdenes conscientes y tu cuerpo, que parece que va por libre, como un caballo pura sangre salvaje.
Te dices cosas positivas porque no tienes otro remedio.
Hasta ahora.
Mira, cuando el cuerpo percibe estrés externo, tensa varias zonas concretas del cuerpo. Y cuando estas zonas se tensan, tu cuerpo se blinda para protegerse (algo así como las tortugas al encogerse y meterse en su caparazón). Un mecanismo fascinante que poseemos gracias a la evolución.
Fijate qué pasa cuando te dan un susto.
Abres los ojos de par en par.
Cuando haces eso, te despiertas y se estimula tu ritmo cardiaco.
En cambio, cuando estás dejando que los ojos se relajen e incluso cierren, mejoras la calma total de cuerpo y mente.
Ahí tienes un truco de regalo.
Cuando sientas estrés mental o corporal, percibe tus ojos porque comprobarás que una de dos, los estás tensando cerrados o abriendo mucho.
Si quieres conocer las otras 5 zonas anatómicas y dominar este concepto revolucionario, te alegrarás de haber probado mi nuevo sistema de desarrollo personal: https://hermanoslacasa.com/sistemas/